Abaixo, um texto detalhado sobre o que está acontecendo no Chile, escrito por companheiros anarquistas comunistas de lá. Está prevista uma greve geral para hoje. O texto propõe que se organizem assembleias de base generalizadas. De nossa parte, além disso, propomos que é necessário afirmar não apenas uma forma (auto-organização) mas também propor abertamente um conteúdo preciso e determinado. Isto é, a superação da greve pela produção livre (como explicado aqui: http://bit.ly/31tz4MQ), que afirma diretamente um novo modo de produção em que as capacidades e necessidades humanas se preenchem de modo múltiplo, se potencializando mutuamente, numa livre circulação que curto-circuita o singular e o universal, abolindo e superando o mercado, a propriedade privada, o dinheiro, o trabalho, o Estado, a família e a nação. Acreditamos que apenas este conteúdo preciso e determinado ensejará a fraternização cosmopolita do proletariado em todo mundo pela tomada, por toda parte, das condições materiais de existência universalmente interconectadas (ver http://bit.ly/2o4AHmB), em um processo que se difunde rápida e exponencialmente, de maneira apaixonadamente incontível.
O link em que encontramos o texto abaixo está em Omnia Sunt Communia ediciones.
LA REVUELTA SE EXTIENDE PESE A LA BRUTAL REPRESIÓN ESTATAL: ESTE LUNES 21 DE OCTUBRE VAMOS A LA HUELGA GENERAL POR TODO
Hace una semana, cuando el pasaje del Metro de Santiago alcanzó el estratosférico precio de $830 el incontrolado proletariado juvenil estudiantil –que tiene la virtud de negar en la práctica este mundo, negándose a cualquier tipo de diálogo con el poder- lanzó una ofensiva llamando a la “evasión masiva” autoorganizando un gran movimiento de desobediencia que contó desde el comienzo con una enorme simpatía por parte de nuestra clase, ya que este medio de locomoción colectiva es utilizado por al menos 3.000.000 de personas diariamente. El Estado respondió lanzando a cientos de policías de fuerzas especiales a resguardar las estaciones provocando duros enfrentamientos en el sistema de trenes subterráneos, que dejaron cientos de herid@s y detenid@s. El día viernes 18 de octubre se produjo la ruptura: en medio de una nueva jornada de protesta contra el alza de los pasajes, se comenzaron a cerrar totalmente desde las 15:00 horas, una a una, las líneas del Metro de Santiago lo que provocó un colapso nunca antes visto en el transporte urbano metropolitano. Ese día se encendió la chispa y la clase proletaria demostró su poder, cuando miles de personas se arrojaron a las calles desbordando a las fuerzas represivas y protagonizaron grandes disturbios en el centro de la ciudad que superaron cualquier previsión. El edificio corporativo de ENEL (empresa de electricidad que opera en Chile) ardió en llamas y varias estaciones de Metro corrieron la misma suerte. El Estado-Capital mostró su verdadera cara frente a la población, decretando el “estado de emergencia”, lo que implicó que los milicos por primera vez salieran a la calle desde el fin de la Dictadura producto de un conflicto social. Desde esa noche ya nada volverá a ser igual.
El día sábado desde el mediodía una convocatoria en Plaza Italia derivó rápidamente a una revuelta generalizada con tintes insurreccionales que llegó a todos los rincones de la ciudad, a pesar de la fuerte presencia militar en las calles. Y literalmente, el levantamiento se propagó por todas las ciudades de la región chilena. Así se multiplicaron como una mancha de aceite los cacerolazos, barricadas, ataques a edificios fiscales, sabotajes a infraestructuras estratégicas para la circulación del capital (plazas de peajes y tags en las autopistas, 80 estaciones de Metro parcialmente destruidas y 11 totalmente reducidas a cenizas, decenas de buses quemados, etc.), 130 sucursales bancarias dañadas, 250 cajeros automáticos destruidos, algunos asedios a comisarías y a un cuartel militar en Iquique, y lo que más ha irritado a la clase dominante: los saqueos a cadenas de supermercados y a grandes centros comerciales.
Frente a este panorama, que para nosotr@s es una fiesta, en donde el proletariado se está autoorganizando y enfrentando a su condición de extrema precariedad, se ha ampliado el “estado de emergencia” a aproximadamente una decena de ciudades que se han sumado a la lucha, en las que también se ha impuesto un implacable “toque de queda” controlado a punta de fusiles por la chusma militar y policíaca que cuenta actualmente con 10.500 efectivos que tienen carta blanca para disparar a matar.
Los saqueos y la satisfacción inmediata de las necesidades humanas
La sacrosanta propiedad privada fue cuestionada de manera radical por decenas de miles de proletari@s quienes se abastecieron de todo lo que pudieron en la mayoría de los supermercados y grandes multitiendas que han sido desvalijados totalmente, y en muchos casos incendiados, ante una aterrorizada burguesía que continuamente llama por medio de sus representantes a aplastar sin contemplación a lo que ellos denominan “un pequeño grupo de violentistas y vándalos”. Sin embargo, la realidad dista mucho de aquello, ya que, aunque lo nieguen continuamente, esto no se trata de una acción de minorías, sino de un fenómeno masivo que se ha expresado con una fuerza irrefrenable.
Quienes hemos sido despojad@s de todo y sobrevivimos como podemos, endeudad@s, sin poder llegar a fin de mes, en la práctica hemos afirmado que no tenemos por qué pagar para acceder a aquello que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades. La reproducción de la supervivencia cotidiana mercantilizada en este modo de vida que nos imponen, está supeditada en todo momento a la acumulación de capital de la burguesía, a costa del trabajo asalariado y de la vida de miseria que debemos soportar día a día. Nosotr@s no hemos hecho nada más que expropiar lo que nos pertenece y nos ha robado toda la vida, y eso ell@s no lo pueden soportar. En definitiva, la revuelta generalizada significa reivindicarnos como seres humanos y negarnos como mercancías.
La prensa: voceros del capital y defensores de la mercancía
La prensa ha jugado un rol fundamental en la defensa del “sentido común” y encauzamiento de lo que se denomina “opinión pública”, es decir, la lógica dominante del sistema capitalista, en donde importan más las cosas materiales, la producción de mercancías, que las vidas humanas, haciendo hincapié una y otra vez, en la defensa del “orden público”, “los derechos de las personas”, la propiedad privada y la “paz social”, para justificar la masacre que están promoviendo el empresariado y los sectores más reaccionarios de la sociedad. A través de la tergiversación y/o el ocultamiento de la información, la propagación de mentiras y montajes, la criminalización de la subversión social, toda la prensa se ha hecho colaboradora del terrorismo de Estado: por todo esto deberán asumir las consecuencias. Algunos ejemplos de lo que afirmamos son los siguientes:
-Ocultar la cifra y los casos de asesinatos por parte de las fuerzas represiva, y no informar respecto a las reiteradas denuncias de “uso desmedido de la fuerza en detenciones, vejaciones a niñ@s, malos tratos, golpes en rostros y muslos, torturas, desnudamientos a mujeres y hombres y vejaciones sexuales”, tal como lo señala el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
-Difundir que se han producido saqueos a “ferias libres” en algunas comunas como La Pintana, Puente Alto, entre otras, lo que es totalmente falso. Poblador@s han denunciado por redes sociales y medios de difusión alternativos que se trata de policías infiltrados que han intentado promover una lucha intestina en el seno de nuestra clase.
-Promover el temor en la población enfatizando que los saqueos también afectarán a viviendas particulares y pequeños negocios, cuando esto solo se trata de hechos totalmente aislados, y que nuestra clase debe rechazar categóricamente.
-Diferenciar entre “ciudadanos” y “delincuentes”, entre manifestantes “pacíficos” y “violentos”, apostando a la división y el aislamiento de los elementos más radicalizados que forman parte del movimiento y que están intentando brindar una orientación anticapitalista al desarrollo de la revuelta.
-Guardar un silencio cómplice en torno a los cortes de abastecimiento de agua que afectan directamente a varias comunas del sector sur de Santiago, que “sospechosamente” coinciden con los lugares en donde se ha desarrollado más frontalmente la combatividad contra el Estado/Capital, sus instituciones y donde se desprecia más rotundamente a la autoridad.
El gobierno reconoce 8 muert@s, pero sabemos que son muchos más
Mientras el presidente Sebastián Piñera afirma que “estamos en guerra contra un enemigo poderoso que no respeta a nada y a nadie”, el despreciable Andrés Chadwick, Ministro del Interior, en una escueta declaración hecha por televisión, afirmó que 8 personas habían “fallecido” –y no asesinados a manos del Estado-, sin señalar ningún detalle más. Nosotr@s que hemos estado presentes en la lucha y nos coordinamos con camaradas en distintos puntos del país sabemos que l@s muert@s son much@s más. Por redes sociales y medios de contrainformación han circulado videos y fotografías, que están siendo eliminados de internet sistemáticamente, de personas asesinadas por milicos y pacos en diversos lugares en donde se está combatiendo. Al menos nuestro recuento –aún sin poder confirmar debido a la deliberada campaña de ocultamiento y desinformación del Estado/Capital- llega a 16 personas: 1 persona en Quinta Normal, 2 en San Bernardo, 5 en Renca y 2 en la comuna de La Pintana, fallecidas producto de incendios en medio de los saqueos, 1 persona asesinada en Lampa producto de un atropello deliberado de la policía, 1 por disparos de los militares en Colina, 3 en la ciudad de La Serena y 1 en la comuna de Pedro Aguirre Cerda muerto producto de la represión policial. Este saldo parcial sabemos que puede ser aún mayor, ya que mientras escribimos rápidamente este texto, continúan fuertes enfrentamientos bajo el toque de queda con los milicos, pacos y PDI en múltiples focos de la región chilena.
La huelga general de este lunes 21 de octubre y algunas perspectivas
Mañana, lunes 21 de octubre, un conglomerado diverso de organizaciones de masas han llamado a una huelga general, la primera que puede ser altamente efectiva, afectando la productividad de manera directa, debido al colapso del sistema de transporte, al menos en la ciudad de Santiago. El Estado está haciendo todo lo posible para que la “gente vaya a trabajar”: han habilitado parcialmente la línea 1 del Metro, están intentando reforzar el servicio de buses, y han llamado a la población a ser “solidaria” para que ayude a sus vecin@s a llegar a sus puestos de trabajo. A la clase capitalista solo les interesa que produzcamos para ell@s, solo les servimos para producir y hacer circular sus mercancías y acrecentar su acumulación de capital. Por esta razón, hacemos un llamado a no asistir al trabajo y a participar activamente de la huelga, tal y como lo hace el Sindicato de Trabajador@s de Metro debido a la “represión policial y militar”. Además, creemos pertinente agitar las siguientes perspectivas:
-No caer en la dinámica de ponernos en contra de nosotr@s mism@s por comida, agua y la satisfacción de nuestras necesidades: ese es el juego del Estado, dividir para vencer. Para resolver nuestros problemas tenemos que organizarnos comunitariamente, no hay otra salida.
-Evitar que los partidos y la socialdemocracia se levanten como “representantes”, se apropien de la lucha y se sienten a dialogar con el Estado para apagar el fuego de la revuelta, intentando decantar la resolución del conflicto en cosméticas y superficiales reformas que no apuntan a erradicar la raíz de nuestros problemas que nos aquejan como clase.
-Ocupar los centros educacionales para hacer de ellos lugares de resistencia, debate, reunión y autoorganización, acopio de alimentos y medicinas, y espacios para atender a nuestr@s herid@s.
-Organizar asambleas de base en los territorios en donde se está desarrollando la lucha para resolver colectivamente orientaciones de la revuelta en curso.
-Exigir la libertad de los cerca de 1700 detenid@s que están siendo procesad@s por su participación en la revuelta.
¡A LA HUELGA GENERAL POR TODO!
¡VAMOS HACIA LA VIDA!
¡VAMOS HACIA LA VIDA!
Algun@s proletari@s comunistas/anárquicos que participan de la revuelta
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English:
One week ago, when the subway fare in Santiago reached the stratospheric price of 830 Chilean pesos (USD 1.20), the unbridled student youth proletariat—which has the virtue of denying this world in practice, refusing any kind of dialogue with power—launched an offensive calling for the “mass fare-dodging,” self-organizing a gigantic movement of disobedience that instantly earned a tremendous backing among our class, since this means of public transport is used by at least 3 million people daily. The State responded by throwing hundreds of riot police to protect the stations, provoking severe confrontations in the subway system, which left hundreds of people wounded and detained. On Friday, October 18, the rupture occurred: during a new day of protests against the fare hike, Santiago’s subway lines began to close completely, one by one, starting at 3 p.m. This caused an unprecedented collapse in the metropolitan urban transport system. That day the spark was ignited and the proletarian class demonstrated its power, as thousands of people threw took to the streets, overwhelming the repressive forces and staging major riots in downtown Santiago that surpassed any forecast. The corporate building of ENEL (an electrical company operating in Chile) burned in flames and several subway stations suffered the same fate. The Capitalist State showed its true face to the population, decreeing a “state of emergency”, which meant that the military was brought out for the first time since the end of the Dictatorship as a result of a social conflict. From that night on, nothing will ever be the same.
On noon Saturday, a call to meet at Plaza Italia, in downtown Santiago, quickly led to a general revolt with insurrectional features that reached every corner of the city, despite the strong military presence on the streets. And literally, the uprising moved on to all of the cities in the Chilean region. Like an oil stain, it began to spread out with cacerolazos (pot-banging), barricades, attacks on government buildings, sabotage of infrastructure strategic to the circulation of capital (toll plazas and fare meters on highways, 80 subway stations partially destroyed and 11 totally reduced to ashes, dozens of buses burned, etc.), 130 bank branches damaged, 250 ATMs destroyed, some attacks on police stations and a military facility in Iquique, and what has most irritated the ruling class: the looting of supermarket chains and large malls.
In this scenario, which for us has been a party, where the proletariat is self-organizing and facing its conditions of extreme precariousness, the “state of emergency” has been extended to approximately a dozen cities that have joined the fight, which have also faced a relentless “curfew” controlled at gunpoint by the military and police vermin that currently stand at 10,500 troops who have the green light to shoot to kill.
Looting and immediate satisfaction of human needs
The sacrosanct private property was radically questioned by tens of thousands of proletarians who supplied themselves with everything they could at most supermarkets and large stores, which have been thoroughly plundered, and in many cases burned, as a terrified bourgeoisie looks on and constantly calls on its representatives to crush without reservation what they call “a small group of violent elements and vandals.” However, the reality is far from this, since, although they deny it continuously, this is not the action of a minority, but a massive phenomenon that has been expressing itself with irrepressible force.
Those of us who have been stripped of everything and survive as we can, indebted, without being able to make ends meet, have affirmed in practice that we have no reason to pay to access what we need to meet our needs. The reproduction of the commercialized daily survival in this way of life imposed upon us is, at all times, subordinated to the accumulation of capital by the bourgeoisie, at the expense of wage laborers and the life of misery that we must endure day in and day out. We have done nothing more than expropriate what belongs to us and what has robbed us our entire lives, and this they cannot bear. In short, widespread revolt means claiming ourselves as human beings and denying ourselves as merchandise.
The press: spokespersons for capital and defenders of merchandise
The press has played a crucial role in the defense of “common sense” and channeling what is called “public opinion”, that is, the dominant logic of the capitalist system, where material things and the production of goods matter more than human lives, emphasizing time and again the defense of “public order”, “individual rights”, “private property” and “social peace”, to justify the massacre being promoted by the capitalists and the most reactionary sectors of society.
Through the misrepresentation and/or concealment of information, the spreading of lies and false stories, the criminalization of social subversion, the entire press has shown itself to be an accomplice to State terrorism: for all this they must assume the consequences. Some examples of what we affirm are the following:
- Hiding the number and cases of assassinations by the repressive forces, and not reporting repeated allegations of “excessive use of force in arrests, child abuse, mistreatment, blows to faces and thighs, torture, undressing of women and men and sexual abuse,” as indicated by the National Institute of Human Rights (NHRI).
- Communicating that there has been looting of “farmer’s markets” in some municipalities such as La Pintana, Puente Alto, among others, which is totally false. People have denounced on social and alternative media that these have been plainclothes police who have tried to provoke infighting within our class.
- Promoting fear among the population by emphasizing that looting will also affect private homes and small businesses, when there have been just a few completely isolated events of this, which our class must firmly reject.
- Differentiating between “citizens” and “criminals,” between “peaceful” and “violent” protesters, betting on the division and isolation of the most radicalized elements that are part of the movement and that are trying to promote an anti-capitalist orientation in the development of the revolt.
- Remaining in complicit silence regarding the water supply cuts that have directly affected several municipalities in the southern sector of Santiago, which are “suspiciously” also the places where the combats against the State/Capital have developed in most direct manner against their institutions and where authority is most flatly despised.
The government recognizes 8 dead, but we know that there are many more
As President Piñera declares that “we are at war against a powerful enemy that respects nothing and nobody,” the despicable Andres Chadwick, Minister of the Interior, in a brief statement made on television, said that 7 people had “died”—and not been killed at the hands of the State—without offering any further details. We who have been present in the struggle and coordinating with comrades in different parts of the country know that the number of those dead is much larger. Videos and photographs have been shared on social media and counter-information websites, which are being systematically removed from the internet, showing people killed by soldiers and cops in various places where they are resisting. At least by our count—still unable to confirm due to the deliberate campaign of concealment and misinformation of the Capitalist State—this figure is 16 people: 1 person in Quinta Normal, 2 in San Bernardo, 5 in Renca and 2 in La Pintana , who died as a result of fires during the looting, 1 person killed in Lampa after being deliberately run over by the police, 1 by military bullets in Colina, 3 in La Serena and 1 in Pedro Aguirre Cerda who died as a result of police repression. We know that this partial assessment can grow even further, since as we are quickly writing this text, severe confrontations continue under the curfew with the military, cops and undercover police in several places within the Chilean region.
The general strike on Monday, October 21 and some perspectives
Tomorrow, Monday, October 21, a diverse grouping of mass organizations have called for a general strike, the first one that may be highly effective, directly affecting production, due to the collapse of the transportation system, at least in the city of Santiago. The State is doing everything possible so that “people go to work”: they have partially enabled Line 1 of the subway system, they are trying to reinforce the bus service, and they have called on the population to show “solidarity” by helping their neighborhoods reach their jobs. The capitalist class is only interested in producing for themselves, we are only useful to them for producing and moving their merchandise and increasing their accumulation of capital. For this reason, we are calling on people to not go to work and actively participate in the strike, as the subway workers’ union has, due to the “police and military repression.” In addition, we believe it is important to agitate the following perspectives:
- Do not fall into the dynamic of fighting amongst ourselves over food, water and the satisfaction of our needs: that is the State’s game, to divide and conquer. To solve our problems, we must organize ourselves in the community, there is no other way out.
- Do not allow the political parties and social democracy to present themselves as our “representatives”, to appropriate the struggle and sit down to negotiate with the State to put out the fire of the revolt, attempting to steer the resolution of the conflict towards cosmetic, superficial reforms that do not aim to eradicate the root of the problems that afflict our class.
- Occupy all educational facilities and turn them into places of resistance, debate, meeting and self-organization, places to gather food and medicine, and spaces to assist our wounded.
- Organize grassroots assemblies in the territories where the struggle is developing, in order to collectively decide the direction of the ongoing revolt.
- Demand the freedom of the nearly 1,700 detainees who are being prosecuted for their participation in the revolt.
TOWARDS THE GENERAL STRIKE FOR EVERYTHING!
LET’S MOVE TOWARDS LIFE!
Some communist/anarchist proletarians participating in the revolt"
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Atualização (26/10/2019): Nossa análise dos protestos no Brasil em junho de 2013 (no texto "O que foi junho de 2013? - da incipiente comunidade material a seu esmagamento reacionário na pseudo-comunidade ideológica", neste link: http://bit.ly/2YFBCWO) talvez ajude a compreender os limites (a restrição do conflito à esfera da circulação de mercadorias) do que está acontecendo no Chile. Limites que, se não forem rapidamente ultrapassados levarão inexoravelmente à "afirmação orgulhosa da classe média patriótica", que este texto que compartilhamos já está identificando nos mais recentes protestos no Chile.
"NOTAS PROVISIONALES EN TORNO A LA “ANÁRQUICA” REVUELTA DE MASAS QUE SACUDE A LA REGIÓN CHILENA
El viernes 18 de octubre una salvaje revuelta estalló en la ciudad de Santiago y al siguiente día ya se había expandido a prácticamente todas las ciudades del país. El motivo aparente fue el alza del pasaje en la locomoción colectiva de Santiago (en los buses de Red Metropolitana de Movilidad y el Metro), pero en la raíz mostró un descontento total con el modo de vida capitalista. Un enorme e incontrolado movimiento hizo de esta manera su aparición histórica y como algunos/as compañero/as han afirmado en varios panfletos repartidos en la revuelta: “ya nada volverá a ser igual”.
Lo favorable del movimiento para la perspectiva antagonista
-Lo primero que debemos destacar es la generalización espontánea del movimiento y su crítica en los actos a la totalidad del modo de vida capitalista-neoliberal: expropiación y repartición en masa de mercancías de grandes capitalistas (supermercados, centros comerciales, farmacias, bancos, etc.), destrucción de infraestructura estatal (comisarías, edificios municipales, etc.), repudio masivo a los cuerpos represivos del Estado en un contexto “democrático” (carabineros, policía de investigaciones y milicos), y un esbozo intuitivo de crítica a la totalidad de la mercantilización de todos los aspectos de la vida cotidiana (no hay una “demanda” o “reivindicación” concreta, se quiere “cambiar todo”).
-El rol dinamizador que ha jugado y juega el proletariado juvenil, con su intransigencia programática y combatividad subversiva a toda prueba.
-Las protestas salvajes efectivamente constituyeron un daño cuantioso a la propiedad privada de los grandes capitalistas de este país: este fue el verdadero motivo de que el Estado pusiera los milicos en las calles. Esto horrorizó a la clase dominante-capitalista.
-Otro aspecto que nos ha llamado profundamente la atención es la proliferación de núcleos que practican de manera extendida la violencia ofensiva y la autodefensa contra las fuerzas represivas del Estado en las manifestaciones –tanto en el “centro”, como en los barrios periféricos-. Existe algo como “violencia proletaria de masas difusa”, que se coordina de manera solidaria en medio de las barricadas, que hace innecesaria –al menos, por ahora- cualquier tipo de especialización o profesionalización de esta actividad por grupúsculos. Hasta el momento, esto ha sido bastante efectivo.
-La fractura del aislamiento y la incomunicación a que somos sometidos a diario en este sistema que se manifiesta en: solidaridad espontánea de clase y comunicación social por fuera de los roles previamente prefabricados.
-A pesar del “Estado de emergencia”, del toque de queda, y de los milicos en las calles, el proletariado no ha tenido miedo y no ha abandonado la lucha pese a la brutal represión que ha cobrado un número aún desconocido de asesinados/as, torturados/as, desaparecidos/as y encarcelados/as. Al momento de escribir estas líneas se ha anunciado en muchas regiones, incluyendo la Región Metropolitana, el cese del toque de queda, por la presión social del proletariado que no lo ha respetado en absoluto y que manifiesta un odio visceral a los milicos.
-Pese a todos los esfuerzos del Estado por volver a “cierta normalidad” y de la difamación de los medios masivos de comunicación, ésta ha sido imposible de restaurar, ya que nuestra clase a continuado protestando a diario sin necesidad siquiera de “pedir permiso” para hacerlo –todas las manifestaciones han sido “ilegales”-.
-La realidad de la lucha ha desbordado los intentos de “espectacularizar” la revuelta de la prensa: el proletariado a reconocido que la función social-esencial de la prensa es distorsionar los hechos y montar un relato afín a los intereses de la clase dominante –los/as periodistas son los “voceros” del capital-.
-El movimiento, en el contexto de la revuelta, se está dotando –embrionariamente- de órganos de lucha con arraigo territorial, en base a la conformación de asambleas autoorganizadas de vecinas y vecinos, que se encuentran en diversos barrios y poblaciones construyendo desde abajo una perspectiva anticapitalista que se contraponga a la precarización de la vida. Consideramos estos espacios de asociatividad proletaria estratégicos para conformar una comunidad de lucha, debido a que expresa la necesidad de autoactividad por parte de los/as mismos/as proletarios/as de manera autónoma a cualquier intervención externa a ellos/as mismos/as.
-Un sector importante del proletariado ha rechazado en bloque las propuestas de “reformas” con las que el gobierno ha intentado apagar el fuego de la revuelta: son consideradas migajas indignas, lo que tiene al Estado en jaque, al menos, hasta el momento.
-No existe ningún “sector político” capaz de autoproclamarse representante y ente válido para dialogar con el gobierno: cuestión que tiene a la burguesía desconcertada. Es una revuelta sin líderes. De ahí, “lo anárquico” de este movimiento.
Las contradicciones y los límites que las minorías revolucionarias deben combatir en el seno del movimiento
-Durante las megamarchas efectuadas el día viernes 25 de octubre, que solo en la ciudad de Santiago convocaron según cifras oficiales a más de 1.500.000 manifestantes, se expresó masivamente un sentimiento de identificación patriótica y de unidad nacional, en detrimento de una perspectiva de clase del conflicto social. Ejemplo de esto fue la proliferación de banderas chilenas –que habían estado ausentes- y un ambiente festivo y pacifista que prevaleció durante toda la jornada, siendo esto valorado por el mismo gobierno como una oportunidad que “abre caminos de futuro y esperanza”.
-El titubeo que han demostrado ciertos sectores organizados del movimiento obrero de participar de la revuelta –por ejemplo, los mineros de la empresa estatal CODELCO y los sindicatos pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadoras y Trabajadores NO+AFP-, con la digna excepción de la Unión Portuaria de Chile (UPCH) y el gremio de la construcción agrupado en el combativo sindicato SINTEC: lo que no ha estado exento de contradicciones, límites y un desarrollo desigual dependiendo de la ubicación geográfica.
-El eco que en ciertos sectores sociales ha hecho el rumor esparcido por la prensa y el gobierno de que existe una oleada de saqueos que tiene como objetivos casas de particulares y pequeños negocios –los que han sido casos muy particulares y poco numerosos-. Esto se ha expresado en el fenómeno de los “chalecos amarillos”, vecinos/as organizados/as en cuadrillas que defienden sus barrios de inexistentes saqueadores. Esto es peligroso porque es caldo de cultivo para corrientes ultraderechistas-neofascistas y porque enfrenta a proletarios/as contra proletarios/as.
-La existencia de militantes de partidos tradicionales y de la “nueva izquierda” –que es más de lo mismo- en las asambleas y cabildos autoorganizados, que intentan cooptar y suplantar la autodirección del movimiento para imponer sus posiciones y convertirse en interlocutores válidos para negociar con el poder.
-A pesar de los grandes saltos cualitativos que ha dado el movimiento en su vasta extensión, no ha podido cuajar y consolidar una lectura claramente de clase, debilidad que demuestra una gran tarea pendiente que debe ser subsanada por la proyección del movimiento. Esto ha significado, sobre todo desde las megamarchas, el resurgir de una identificación como “clase media” de algunos sectores del proletariado promovida por los partidos del orden y los medios masivos de comunicación.
-La revuelta encontró a las minorías revolucionarias desorganizadas y fragmentadas, lo que, sin embargo, no significó que participaran de inmediato en el movimiento, intentando brindar orientaciones por medio de los actos y la propaganda, a pesar de sus limitados medios. La izquierda y el leninismo en general no se quisieron mezclar con los incontrolados, se desmarcaron de la revuelta, e incluso sus sectores más tradicionales condenaron los saqueos a grandes empresas, y tardaron al menos tres días en demostrar su presencia en las calles. Esto pone de manifiesto la necesidad de constituir un movimiento abiertamente anticapitalista que agrupe a los sectores más radicales de la clase.
Perspectivas provisionales
Pese a lo que ocurra en el desenlace de esta gran coyuntura, es claro que se ha producido una ruptura irreversible, una grieta, que marca un cambio de época para nuestra clase en esta región. Lo que han vivido en estos días miles y miles de proletarios/as sin previa experiencia de lucha, difícilmente podrá ser borrado de la memoria combativa de nuestra clase. Esta revuelta ha brindado una oportunidad única que no debe ser desaprovechada: ha quedado claro que solo luchando se imponen las reivindicaciones y las mejoras concretas en las condiciones de vida del proletariado. Nos hemos dado cuenta de nuestra propia fuerza. La revuelta generalizada, anuncia la posibilidad latente de un cambio revolucionario posible, de la reconciliación de la especie humana consigo misma y su entorno natural, a pesar del previo desprecio que manifestaban sectores del entorno subversivo de nuestra región –con discursos del tipo “humano=plaga” o que el “pueblo está muerto”-. El proletariado no ha muerto, no somos solo capital variable, tenemos un enorme papel que desempeñar para liquidar este mundo capitalista y ha quedado demostrado en la práctica. Por ahora, la lucha continúa en la calle y en las asambleas contra el pacto social que nos quieren imponer y la recuperación reformista. Esta revuelta cuestionó intuitivamente los cimientos de la estructura social capitalista y eso no se podrá borrar de la memoria histórica. Nosotros/as vamos más allá, vamos hacia la vida.
Algun@s Proletari@s en lucha de la Región chilena
Mañana del sábado 26 de octubre
Primavera subversiva del 2019"
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Update (10/26/2019): Our analysis of the protests in Brazil in June 2013 (the article "What happened in June 2013 in Brazil? - From the incipient material community to its reactionary destruction in the ideological pseudo-community", in the link http://bit.ly/2Pn2UjR) may help to understand the limits (the restriction of the conflict to the sphere of commodity circulation) of what is happening in Chile. These are limits that, if not quickly overcome, will inexorably lead to the "proud rise of the patriotic middle class," which this text that we share below is already identifying in the most recent protests in Chile.
On Friday, October 18 a wild revolt erupted in the city of Santiago and the next day had already expanded to practically all cities in the country. The apparent reason was the rise of the passage in the collective locomotion of Santiago (in the buses of metropolitan network of mobility and the subway), but at the root showed a total discontent with the capitalist lifestyle. A huge and uncontrolled movement made this way its historical appearance and as some / as partner have claimed in several pamphlets spread in the revolt: "nothing will ever be the same".
The favorable movement for the antagonist perspective
- the first thing we must highlight is the spontaneous generalization of the movement and its criticism in the acts to the entire capitalist-neoliberal lifestyle: expropriation and mass sharing of goods of large capitalists (supermarkets, shopping centers, pharmacies, banks, etc . ), destruction of state infrastructure (police stations, municipal buildings, etc. ), massive repudiation of the repressive bodies of the state in a " Democratic " context (Carabineros, research police and militia), and an intuitive sketch of criticism to the entire commodification of all aspects of everyday life (there is no " Demand " or " vindication " Concrete, wants to " change everything ").
- the dynamic role that has played and plays the youth proletariat, with its programmatic intransigence and subversive combativeness to all test.
- wild protests effectively constituted a huge damage to the private property of the great capitalists of this country: this was the real reason for the state to put the cops in the streets. This horrified the dominant-capitalist class.
- another aspect that has called us deeply attention is the proliferation of nuclei that practice the offensive violence and self-defense against the repressive forces of the state in the demonstrations-both in the "center", and in the peripheral neighborhoods -. There is something like "proletarian violence of diffuse masses", which is coordinated in a solidarity way in the middle of the barricades, which makes unnecessary-at least, for now-any kind of specialization or professionalization of this activity by groups. So far, this has been pretty effective.
- the fracture of isolation and isolation to which we are subjected daily in this system that manifests in: spontaneous solidarity of class and social communication outside the previously prefabricated roles.
- despite the "State of emergency", of the touch of remains, and of the cops in the streets, the proletariat has not been afraid and has not abandoned the fight despite the brutal repression that has claimed an still unknown number of killed / as, tortured / as, missing / as and imprisoned. At the time of writing these lines has been announced in many regions, including the metropolitan region, the cessation of the touch of remains, by the social pressure of the proletariat that has not respected it at all and that manifests a visceral hatred to the cops.
- despite all the efforts of the state to return to " certain normality " and the defamation of mass media, this has been impossible to restore, as our class a continued protesting daily without even " asking for permission " To do so-all demonstrations have been "illegal"-.
- the reality of the struggle has overwhelmed the attempts to "Espectacularizar" The Press Revolt: the proletariat has recognized that the social-essential function of the press is to distort the facts and assemble a story related to the interests of the dominant class - The journalists are the "Spokespersons" of the capital -.
- the movement, in the context of the revolt, is being given-Embryonic-of fighting bodies with territorial rooted, based on the conformation of self-organized assemblies of neighbors and neighbors, which are in various neighborhoods and populations building from below a Anti-capitalist perspective that is against the precariousness of life. We consider these areas of strategic proletarian association to form a community of struggle, because it expresses the need for self-activity by the same / as proletarians / as autonomously to any external intervention to them / as.
- an important sector of the proletariat has rejected in block the proposals of "reforms" with which the government has tried to extinguish the fire of the revolt: they are considered unworthy crumbs, which has the state in check, at least, so far.
- there is no "political sector" capable of self-government and valid to dialogue with the government: question that has the bourgeoisie baffled. It's a revolt without leaders. From There, "the anarchic" of this movement.
The contradictions and limits that revolutionary minorities must fight in the bosom of the movement
- during the megamarchas made on Friday, October 25, that only in the city of Santiago called according to official figures to more than 1.500.000 protesters, a patriotic identification feeling and national unity was massively expressed, to the detriment of a Perspective of class of social conflict. Example of this was the proliferation of Chilean Flags-that had been absent-and a festive and pacifist atmosphere that prevailed throughout the day, being this valued by the same government as an opportunity that "opens paths of future and hope".
- the hesitation that has shown certain organized sectors of the worker movement to participate in the revolt-for example, the miners of the state company codelco and the trade unions belonging to the National Coordinator of workers and workers -, with the worthy exception of the Port Union of Chile (Upch) and the construction guild grouped in the combative union sintef: what has not been exempt from contradictions, limits and uneven development depending on the geographical location.
- the echo that in certain social sectors has made the rumor spread by the press and the government that there is a wave of looting that has as goals houses of individuals and small businesses-those who have been very particular and little numerous cases -. This has been expressed in the phenomenon of "Yellow vests", neighbors / as organized in crews defending their neighborhoods of non-EXISTENT LOOTERS. This is dangerous because it is breeding broth for right-Neo-fascist currents and because it faces proletarians / as against proletarians.
- the existence of militants of traditional matches and the "new left"-which is more of the same-in the assemblies and self-organized cabildos, which try to adopt and supplant the self-direction of the movement to impose their positions and become interlocutors valid to negotiate With the power.
- despite the great qualitative jumps that the movement has given in its vast extension, it has not been able to curdle and consolidate a clearly class reading, weakness that demonstrates a great pending task that must be remedied by the projection of the movement. This has meant, especially from the megamarchas, the resurgence of an identification as "Middle class" of some sectors of the proletariat promoted by order parties and mass media.
- the revolt found revolutionary minorities organized and fragmented, which, however, did not mean that they participate immediately in the movement, trying to provide guidance through acts and propaganda, despite their limited means. The left and leninism in general did not want to mix with the uncontrolled, they revolted from the revolt, and even their most traditional sectors condemned the looting to large companies, and took at least three days to demonstrate their presence in the streets. This highlights the need to create an openly anti-capitalist movement that group the most radical sectors of the class.
Provisional perspectives
Despite what happens in the outcome of this great situation, it is clear that there has been an irreversible break, a crack, which marks a change of time for our class in this region. What they have lived in these days thousands and thousands of proletarians / as without prior experience of struggle, can hardly be erased from the combative memory of our class. This revolt has provided a unique opportunity that should not be wasted: it has become clear that only fighting is imposed on claims and concrete improvements in the living conditions of the proletariat. We have realized our own strength. The Widespread Revolt, announces the latent possibility of a possible revolutionary change, of the reconciliation of the human species with itself and its natural environment, despite the previous contempt that manifested sectors of the subversive environment of our region-with speeches of the type "Humano=Plaga" Or that the "people are dead"-. the proletariat has not died, we are not only variable capital, we have a huge role to play to liquidate this capitalist world and has been shown in practice. For Now, the fight continues on the street and in the assemblies against the social pact that they want to impose on us and the reformist recovery. This revolt intuitively questioned the foundations of the capitalist social structure and that will not be erased from historical memory. We go beyond, let's go to life.
Algun@S Proletari@s in fight of the Chilean region
Tomorrow from Saturday 26 October
Subversive Spring of 2019”